viernes, 22 de abril de 2011

Cree

  El plan de Dios para nosotros es realmente sencillo que muchas veces lo malogramos. Tendemos a buscar algo más complicado –  algo más difícil – que se espera que hagamos para complacer a Dios. Jesús nos ha dicho lo que debemos hacer para agradar al Padre: “!Creer!”
     La duda trae confusión y, a menudo, depresión. Nos hace pronunciar palabras negativas llenas de incredulidad. Creer, por el contrario, desata gozo y nos hace libres para disfrutar de la vida mientras Dios toma cuidado de nuestras circunstancias. Suena casi demasiado bueno para ser verdad, por eso muchas personas jamás alcanzan el cumplimiento del plan de Dios para sus vidas.
     Cuando Jesús declaró que todo lo que pidamos a Dios creyendo, sería hecho, lo que estaba diciendo era que lo recibiríamos gratis. En la economía de Dios, todo lo que llega a nosotros es como un regalo, y lo único que podemos hacer es recibirlo cortésmente, con agradecimiento de corazón.
     La fe no es el precio que compra la bendición de Dios. Es la mano que recibe su bendición. El precio fue pagado por nosotros, mediante Jesucristo en la cruz.
 
 
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Marcos 11:23-24
 

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